Las magdalenas de Love of Lesbian

                                                              Magdalenas y mantecados . Royal City.

En junio de este año 2013, hará un año de matrimonio con Love of Lesbian.
Esta relación de seguidora y fan suya se ha convertido en adicción.
Mea culpa.
Me gustan.

Ya les había escuchado anteriormente en un concierto en Valladolid.
No entendía nada de lo que ví entonces.
Era en un palacio de congresos. Asientos. 
Pero todos en pié, cantando y corriendo hacia las primeras filas.
Locos, fanáticos. Ahora yo lo soy...


En junio del 2012, estaba escuchando la radio y el famoso locutor, Carmona, nos invitó a 
 desayunar con Love of Lesbian en Hoy empieza todo.
Me apunté corriendo por alegrar a mi chico, por entonces lesbianizado hasta las cejas.

¿ Desayunar en la radio? , me pregunté.

Amor, lesbianismo, desayuno. Haré un bollo por lo del " rollo bollo ". Y magdalenas porque en la familia de los dulces bizcochos, las magdalenas son las más tiernas evocaciones de mi infancia. Del amor de una madre, abuela... además no hay que llevar ningún cuchillo de plástico.

Y así fue como les llevé magdalenas caseras e integrales. 
Santi no quiso. Pero Uri las agradeció mucho.

Me firmaron la bandeja blanca de cartón para mi amigo Oscar, otro fan.
Yo no lo era aún.
Como prometí le regalé la preciada bandeja el 29 de noviembre 2012.
En La Riviera.
Ahí , en ese momento, ya no se la habría regalado.
Pero es lo que tiene ser persona de palabra.

Una segunda entrega de magdalenas lesbianas en Santurzi. 
Una tercera en Ciudad Real. Aquí les añadí ricos mantecados de la Mancha.

Y hace mucho que caí en la historia de Marcel Proust...

" Abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en el que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar, me estremecí, fija mi atención en algo extraodinario que ocurría en mi interior ".-
                                                      En busca del tiempo perdido.




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¡ Vivan las magdalenas !